residuos electrónicos

(Texto de Lena)

Plomo, mercurio o cobre son tres metales pesados tóxicos de que constan muchos aparatos eléctricos y electrónicos. En la actualidad estos metales son cada vez más valerosos ya que sigue aumentando su explotación. En consecuencia, sería de presumir que los seres humanos cuiden mejor estos pocos recursos. A pesar de esta propuesta, la realidad muestra un caso contrario que explicaré en lo que sigue.

En los últimos años la vida útil de productos se ha reducido de forma muy significativa. Este es mayormente el resultado de dos objetivos comerciales.

Primero, la idea comercial de maximizar los beneficios que se realiza a través de una extensión de ventas. Puesto que la demanda casi es satisfecha, las empresas buscan estrategias cómo estimular el consumo. Por lo tanto, y segundo, ciertos comerciales crearon aceptable tirar lo que no está más de moda aunque todavía serviría. Así, les parece absolutamente normal a los consumidores comprar frecuentemente nuevos equipos electrónicos.

La historia ha empezado hace varias décadas cuando unos investigadores se sentían muy orgullosos de fabricar bombillas con una duración de 2500 horas. En Alemania Oriental produjeron incluso bombillas sin fin de vida útil. No obstante, los gerentes terminaron en quiebra por no vender más bombillas y, por consiguiente, limitaron la duración de una bombilla a 1000 horas. Este fenómeno se llama la obsolescencia programada que ha sido aplicado a muchos otros dispositivos electrónicos. De esta manera, se ha elevado la venta de aparatos eléctricos y electrónicos un 124 % entre 2000 y 2015 en el mercado mundial. La gráfica siguiente ilustra el aumento en esta temporada en el mercado mundial de forma detallada, a pesar de que el período de uso de un ordenador disminuyó un 10 % desde 2000 hasta 2010. Esto significa que un consumidor compra un nuevo ordenador cada dos o tres años.

Cabe mencionar que ya era habido varios pleitos judiciales contra una vida determinada de productos. Uno de los más conocidos fue el juicio contra Apple por haber programado el fin del iPod de las generaciones 1,2 y 3. Al final se pudo demostrar el fin programado del iPod y la empresa llegó a un acuerdo extrajudicial con los afectados. En la actualidad Francia intenta evitar esta programación de productos electrónicos mediante una nueva ley que permite multas de hasta 300.000 euros y aún penas de cárcel de hasta dos años para fabricantes que utilicen esta estrategia. De todas formas, me imagino difícil garantizar que todos los productos no sean determinados.

No obstante, se ha de pensar, asimismo, en las consecuencias de esta estrategia comercial. En 2012, se generó unas 48,9 mil toneladas de basura tecnológica a nivel mundial que equivale a 7 kg per cápita. Según cifras francesas, casi la mitad de los desechos en Francia entran en los procesos de reciclaje. Oficialmente se exporta el 12,5 % de estos residuos a países en desarrollo, tales como Ghana, China y la India. Pero no queda claro el transcurso de un 30 % de estos desechos. Unos chicos alemanes instalaron un remitente de señales en un televisor para seguirle. (Para ver la documentación alemana consúltese: http://future.arte.tv/de/giftige-geschaefte-mit-elektromuell#article-anchor-16476, el primer artículo: Scroll-Doku). Pese a que lo vendieron para el reciclaje, terminó en Agbogbloshie que es un barrio de basura en Accra, la capital de Ghana.

Al ver las fotos de este lugar queda claro que la cantidad de mercancía supera el 12,5 %. Además, algunos reportajes prueban que existe un comercio ilegal con aparatos electrónicos usados y rotos como el del televisor alemán. El gráfico del mapa mundial muestra los lugares y caminos más importantes de esta economía sumergida.

Hace años, Agbogbloshie era un criadero para las aves migratorias. Hoy es un vertedero de basura donde los jóvenes desmontan desechos electrónicos en sus componentes básicos. Con estos se refiere a los metales pesados como cobre y demás, que venden los chicos del barrio después del desmantelamiento para ganar un poco de dinero. El procesamiento es peligroso, puesto que liberan gases y sustancias venenosas.

Este vídeo ilustra un resumen del tema desde un punto de vista estadounidense.

https://www.youtube.com/watch?v=sW_7i6T_H78 (inglés, subtitulado en alemán)

Tenemos que darnos cuenta de que exportar los residuos no hace que desaparezca este problema. Nuestro comportamiento de comprar excesivamente afecta el medio ambiente. Sobre todo en este particular caso de los desechos electrónicos que se consideran peligrosos. Si tratamos con cuidado los recursos naturales sacaríamos provecho más tiempo de ellos y además, resultaría ventajoso para todos los seres vivos y la naturaleza misma.

Por un lado, hace falta una sensibilización y concienciación de los consumidores sobre los dispositivos eléctricos y electrónicos para que consuman con más responsabilidad. Por otro lado, las empresas tienen que modificar su estrategia en cuanto al maximizar los beneficios y extender las ventas. Para alterar este último aspecto se ha aprobado varias leyes. Hace poco se presentó en Alemania la propuesta de una ley que obligará a ciertas empresas a retirar o reparar los aparatos electrónicos rotos. Sin embargo, las leyes ya aprobadas en distintos países carecen de una armonización a nivel internacional y un control más estricto para salir de esta crisis ecológica.

Fuentes:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-comprar-tirar-comprar/1382261/

http://future.arte.tv/de/giftige-geschaefte-mit-elektromuell#article-anchor-16476

http://arstechnica.com/tech-policy/2006/05/class-action/

http://www.macworld.com/article/1045105/ipodsuit.html

http://economia.elpais.com/economia/2014/10/31/actualidad/1414761553_335774.html